El día 23 de agosto la Revista Qué Pasa de La Tercera, destacó los hallazgos publicados en la revista científica The American Journal of Drug and Alcohol Abuse por la Dra Daniela Rebolledo, investigadora del Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes (CEBIMA) y del Centro de Envejecimiento y Regeneración de la Universidad Católica de Chile, Centro UC CARE Chile, que junto a investigadores de ambas instituciones y la U. Bernardo O’Higgins realizaron una revisión de la literatura científica, sobre los efectos de la ingesta del alcohol en la estructura y función del músculo esquelético que podrían afectar el rendimiento deportivo.
Acerca de la revisión, la Dra. Rebolledo comenta que es necesario estudiar el consumo, sobre todo episódico, que está altamente asociado a la población adolescente y juvenil, pero también a deportistas profesionales y aficionados, los que necesitan tener su función muscular en óptimas condiciones para su desarrollo profesional, además de analizarlo en el contexto chileno, “donde hay una baja percepción de riesgo sobre este comportamiento entre quienes hacen deportes y en jóvenes”.
En el trabajo titulado «The functional and molecular effects of problematic alcohol consumption on skeletal muscle: a focus on athletic performance», se hablan de los efectos a corto plazo que tiene el aumento de alcohol en la sangre, pero también de los efectos a largo plazo como la fibrosis del músculo esquético.
En la nota publicada en la Revista Qué Pasa además mencionan los estudios que está llevando a cabo actualmente la Dr. Rebolledo y su equipo utilizando como modelo de estudio ratas y ratones para determinar qué es lo que ocurre en el músculo esquelétco cuando se producen varios episodios de consumo compulsivo de alcohol separados en el tiempo. Al respecto la Dra. Rebolledo señala que datos preliminares indican que varios episodios de consumo compulsivo de alcohol producen efectos dañinos que persisten incluso semanas después en estos animales, incluyendo la disminución de la fuerza muscular, una mayor fatiga, atrofia muscular y daño celular. “Eso equivale a meses en los humanos”, señala la investigadora.
En los siguientes enlaces se encuentra el artículo completo publicado por Revista Qué Pasa y el artículo publicado en la revista The American Journal of Drug and Alcohol Abuse